He estado acostumbrada a creer que necesitaba poner las necesidades de todos los demás por encima de las mías. Cuando en realidad no puedes llenar la taza de otra persona, si la tuya no se llena primero. ¿Cómo puedes esperar ser tu mejor yo para los demás si no te tomas el tiempo para cuidarte? Esta es una lección que he aprendido y asegurarme de recibir mis masajes mensuales y manicura-pedicure es una promesa que me hice hace cinco años.
En aquel tiempo siempre estaba poniendo las necesidades de todos los demás por encima de las mías, siempre compraba a mis hijos ropa y zapatos nuevos y nunca me compraba nada. Nunca invertiría en mi cabello o uñas, eso nunca fue ni siquiera un pensamiento. Había estado usando el mismo bolso viejo y ropa que había comprado hace años. Un día me di cuenta de que me había olvidado de mí mismo. ¿Cuándo fue la última vez que hice algo por mí? ¿Cómo he dejado que llegue tan lejos?
No podía recordar cuándo fue la última vez que me mostré algún aprecio, me mostré amor.
El cuidado personal es mostrarse amor por ti mismo, es decirte a ti mismo que tú también importas. Necesitaba que mis hijos vieran que tenían una madre feliz, que se amaba lo suficiente como para cuidarse a sí misma. y al hacer esto, puedo proporcionarles habilidades para la vida que pueden tomar y usar para sí mismos en el futuro. Amarte a ti mismo ante todo es un verdadero testimonio de auto-empoderamiento, es el primer paso que di hacia mi viaje de autocuración. Recordé que siempre me amaré a mí mismo primero y nunca más olvidaré eso.
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